Capitulo 1

Unidos por la misma melodía 

Todo me había parecido tan repentino. No hace mucho que había llegado y ya tenía un problema que me torturaba por dentro. 

Como lo conocí, como me enamore de él. Eran simples preguntas que me atormentaban. Hace tiempo no le daba importancia, pero ahora todo cambio.

Nos fuimos conociendo y haciendo recuerdos. Nos veíamos cuando podíamos, sea por un largo rato o uno corto. Pero al principio lo admire de lejos, poco a poco me fui interesando en él.

De no ser por mi tío, que recién conozco, nada de esto hubiera ocurrido. Quién diría que un familiar me daría un regalo tan grande. Gracias tío.

Ya estaba llegando al salón de música, cuando a pocos pasos, pude sentir el sonido del piano. Mi corazón empezó a palpitar y me fui acercando lentamente. Al abrir la puerta él solo me miro y me esbozo una de esas sonrisas que solo él sabe darme para alegrar mi día.

-Hola, has llegado antes.- le dije yo

-Quería sorprenderte.- me respondió

-No te detengas, esa canción es mi favorita.- pedía que tocara mas. Sabía que en el fondo, él solo me ve como una amiga, pero no me importa. Con tenerlo a mi lado es más que suficiente.

Tome asiento en una de las sillas acomodadas alrededor del piano. Cerré mis ojos para poder concentrarme en la hermosa melodía que él estaba tocando. El estruendoso ruido de múltiples teclas graves provenientes del piano, me hizo reaccionar. Fije mi vista en él, todavía dándome la espalda y agachando un poco la cabeza.

-Inoo? Sucede algo.- me atreví a preguntar

-Nada .… solo que.- sabía lo que diría, sentí una gran presión en el pecho, no podía articular palabra alguna. Solo esperar lo peor.-Hable con tu tío.-

-De seguro ya te dijo, no?- esto me dolía, yo quería decírselo lo más pronto posible. Pero tenía miedo de que se alejara y me dejara sola.

-Porque no me dijiste, que esta era tu última semana aquí?.-su tono de voz no sonaba dulce, era una mezcla de decepción y frustración.

-No quería ser una carga, sabía que el recital era en poco tiempo. Si te lo decía temía a que no fueras a las practicas.- lo siento Inoo, lamento no haberte dicho nada. Pero ya está hecho, me voy dentro de una semana, el tiempo que pasamos lo atesorare por siempre.

-Para mí nunca serás una carga.- ahora Inoo me trataba más dulcemente, como siempre lo hace. Tal vez por eso me enamore de él. Aunque nuestros mundos sean diferentes, siempre estarás en mi corazón, siempre.

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Ya es el momento, ya no hay vuelta atrás. Estoy a una hora de irme de aquí, dejando lo más bello que me ha ocurrido, Inoo.

Si le hubiera dicho a Inoo desde antes, pudimos haber pasado más tiempo juntos. Pero también entendí que no solo estaba preparándose para el recital, si no que tenía proyectos de arquitectura para la universidad. Yo, queriendo ser futura arquitecta, lo ayude en lo que pude y él me enseño lo que sabía. Nos complementamos mutuamente, Inoo me tenía a su lado para no aburrirse haciendo su trabajo. Mientras que yo, por fin tenía a alguien a mi lado, a alguien que no me dejo sola en ningún momento.

Hoy día es el recital en donde se presenta Inoo. Me hubiera gustado ir, lamentablemente también es el día de mi vuelo a casa.

No me despedí de él, hubiera sido muy doloroso para mí. No quería irme, no quería dejarlo. Para que volver a un lugar donde solo encuentro soledad, cuando puedo quedarme aquí teniendo la más preciada compañía, la de Inoo.

Ya no hay más que hacer, estoy ya situada en mi asiento. El avión esta por despegar, son las 11:15 pm. El turno de Inoo estará por comenzar en cualquier minuto. Ya no me queda nada, solo esperar a que el avión despegue y me lleve de nuevo al lugar donde no está él. Como pude enamorarme en tan poco tiempo, de no ser nada más que amistad, no estaría sufriendo en irme. 

11:45 el recital acaba en quince minutos y el avión ya está volando encima de Tokyo. Mire por la ventana y empecé a recordar el tiempo que estuve aquí. Lo aburrida que estuve al principio y lo feliz que estuve cuando lo conocí.

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Mi tío me llevo a la universidad en la que iba a enseñar por 4 meses. Era el tiempo que yo me iba a quedar con él. Ya con mi último año de secundaria prácticamente acabando, mis padres me mandaron con mi tío a ver como era el entorno de la arquitectura.

-Conoce las instalaciones y paséate por el campus. Puede ser que el lugar te guste y el próximo año convenzas a tu padre de transferirte aquí.- en ese momento la idea me sonaba buena, pero reflexionando un poco, me di cuenta que quería quedarme en mi tierra natal y seguir en compañía de mi familia.

Me pase por todos los pabellones y los lugares públicos del campus, pero deje lo mejor para el final. El pabellón de música, a esta hora todos estaban en clases y los pabellones de electivos estaban desocupados. Sentía la necesidad de ir ahí y tocar el piano. El piano siempre me ayudaba a pensar y a calmarme, era lo que necesitaba ahora.

El salón era muy lindo, era como me lo imagine. Estaba muy bien complementado, era amplio y tenía variedad de instrumentos. Mejor que los salones de música que tenemos de donde vengo.

Me acerque al piano y empecé a tocar una de mis canciones favoritas. Me concentre tanto en mi propia música que no note una segunda presencia en el salón. Ignore a la persona que estaba en el salón y seguí tocando hasta terminar la canción. Al terminar la canción, sentí unos aplausos. Voltie lentamente a ver quién era mi espectador. Era un chico de unos 18 años, hubiera dicho 16 pero imposible que un menor este en la universidad. De pelo negro, tez no tan blanca, ojos negros y de contextura delgada. Era unos centímetros más alto que yo.

-Has tocado con mucho sentimiento, eso me gusta.- era la primera vez que alguien extranjero elogiaba mi forma de tocar. Normalmente alguien diría que toque bien y ya está. Pero nunca que toco con sentimiento y menos que le gustara.

-Gracias.- fue lo único que respondí. Tuvimos un breve momento de silencio, pero no fue un silencio incomodo. Por alguna extraña razón, ese silencio me traía paz y me hacía sentir bien.

-Sigue practicando, espero no ser mucha molestia.- el chico se sentó en una de las carpetas frente al pizarrón. Y empezó a sacar un par de cosas de su maleta, un libro, un cuaderno, reglas y lapiceros.- Espero que no te importe, me gustaría escucharte tocar mientras hago mi trabajo.- me quede un poco impactada, no me parecía normal que un desconocido me pida tocar de un momento a otro. Pero solo me digne a asentir la cabeza y empezar a tocar otra melodía. Todas fueron canciones de Yiruma, mis favoritas y las que se me de memoria. Empecé con Between the Sky y termine con The Moment.

-Las canciones de Yiruma nunca me habían sonado tan hermosas.- el chico me dio una sonrisa que me dejo tonta, era una hermosa sonrisa. Su mesa estaba vacía, hace cuanto termino su trabajo. Me había tocado como 11 canciones y él parecía haber terminado antes.-Es mejor que me valla, pero espero verte en otro momento.- el chico solo se dirigió a la puerta con su maleta y antes de irse me dijo.- Por cierto, mi nombre es Inoo Kei, un placer conocerte.-

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Lo siento Inoo, no me despedí de ti. No te hable en mis últimos días. Ojala comprendas que lo hice por nuestro bien, mas por el mío. Vivimos en mundos distintos. Y solo me ves como una amiga, no quería que rompieras el corazón que tanto tiempo guarde para ti.

En mis últimos días, toque el piano. Toque para ti Inoo, toque la melodía que me dedicaste y la que por primera vez te oí tocar. Era Beloved, una canción que me hace recordarte y extrañarte. 

Horas antes de venir al aeropuerto, me fui a la universidad y me dispuse a tocar una última melodía para ti, fue lo último que toque en ese salón y lo último que te dedico. Toque Love Hurts de Yiruma, lo único que podía reflejar como sentía.

Cuando te pregunte que canción ibas a tocar en el recital, tu me contestaste: ‘Interpretare una de Yiruma, y será Love me’. Me hubiera gustado saber si se la dedicabas a alguien, pero no me atreví, prefería no decir nada. No quería hacerme falsas esperanzas. Pero luego me dijiste: ‘Espero que vallas, me sentiría más tranquilo si te veo ahí. Cuando estoy contigo me siento calmado y me gustaría dedicarte la canción’. Lo que me dijiste Inoo, me mato. Como no podía enamorarme tan rápido de ti. Como podía luchar contra ese sentimiento que creció apenas empezamos a conocernos.

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Estoy en casa, lejos de ti. Ahora solo me queda seguir adelante y tratar de hacer una vida en donde no estés tú. Pero será difícil.

Me pregunto. Que abras hecho cuando no me viste en el recital. Me abras odiado en ese momento o me hubieras perdonado el no haber ido. Me quedare con la duda, se que algún día me vas a perdonar, Inoo. Ojala lo hagas. Porque yo te perdone el haberme enamorado en tan poco tiempo. 

Inoo Kei los días que pase a tu lado fueron los más bellos y los que atesorare de por vida. Gracias por hacerme compañía, nunca te olvidare. Estarás guardado en mi corazón, donde pueda sentirte. 

Desearía que esto fuera un hasta luego, pero no. Esto es un adiós, no creo que te vuelva a ver. Por mi bien, te digo adiós. 

Adios Inoo Kei, espero que me recuerdes.

Adios.