Capitulo 3

Subasta de Animales

Narra Yuto:

-Ahora, mis ejemplares más nuevos y únicos.- dijo el Joker, mostrando un cartel con la foto de un koala.- No les parece tierno? Y es único. Tráiganme al koala!.-

Me preocupaba lo que podría aparecer en la pasarela, con lo primeo que vi ya tenía más que suficiente. Como odiaría ver a otra persona sufrir lo que la chica. Solo rezaba para que este si fuera un animal y no una persona siendo tratada como animal.

-Ahí viene.- dijo.

El sujeto que tenia a la coneja hace un rato volvió con un bulto en sus brazos. Estaba llevando algo dentro de una bolsa gris, pero no se movía por nada. Dejo la bolsa en medio de la pasarela, donde todos podíamos verla. El Joker se acero y la abrió, con ayuda del otro, sacaron lo que había adentro.

Mis plegarias no fueron escuchadas, este estaba peor que la primera persona. Este era un chico, con tez blanca y pelo castaño. Su cara estaba contra el piso, mientras que tenía atadas las manos y sus pies. Sus piernas juntas, tapando lo que vendría a ser su descubierto miembro. Incapaz de moverse, y con otro de los peculiares “bozales”.

-Empiecen a dar sus ofertas!.- dijo el Joker, mientras tomaba la correa del cuello del chico y la alzo, haciendo que la cabeza se levantara también.

Ese chico, el chico koala. Tenía una cara tan perfecta, sus labios, sus cachetes, su nariz y esos ojos de confundido. Un chico no me había parecido tan perfecto como él. Podría a ver seguido en describir lo increíblemente perfecto que era, si mis pensamientos no hubieran sido interrumpidos por los señores tirando pujas por el koala. La cantidad más grande que dieron y ya nadie se atrevió a desafiar fue la de 40.000.

-40.000… alguien da más?.- pregunto el Joker, mirándonos y moviendo la cabeza del chico para que también nos mirara. El chico koala me estaba mirando, su mirada no tenía emociones, pero para mí, era una mirada de suplica.

-50.000.- dije sin más, ni siquiera lo pensé. Solo lo dije, a lo cual mis amigos se sorprendieron y el Joker solo dio una carcajada.

-Y el koala se nos va por 50.000!.- el sujeto de hace un rato, volvió y se llevo al chico cargando como si fuera un costal.

-Estás loco Yuto!.- me decía Hikaru.

-Que tienes en la cabeza? Acabas de comprar una persona!.- Yabu tenía razón, pero no lo pude evitar. Me sentía bien, pero el sentimiento de culpa por haberlo comprado también estaba presente.

-Lo siento… no lo pensé. Pero ya lo hice.-

-Si serás idiota. Al menos espero que luego le des su libertad.- me dijo Takaki, tomando un sorbo de su gaseosa.

-Lo hare, tú crees que mis padres me dejarían tener a un extraño en casa?.- dije en forma de broma, a la cual mis amigos dieron una pequeñas risas. Haciendo que se suavizara el hecho de que compre una persona.

-Al menos el chico estará a salvo contigo, si alguno de estos señores lo compraba…. Quien sabe que sería de él.- nos dijo Keito, en tono de susurro para que nadie además de nosotros pudiera escucharlo.

-Sí, me alegra que lo hallas hecho Yuto. También podríamos preguntarle que le paso.- agrego Hikaru.

-De nada?.- nos volvimos a reír, haciendo que el Joker fijara su atención en nosotros y nos diera una de sus sonrisas burlonas.

-Agilicemos sus compras.- volvió a acercarse al podio y saco otro cartel, esta vez con la foto de un gato gris.- Miren a mi gatito, solo les diré…. Que tiene un buen oído musical.- al decir lo último nos volvió a mirar y empezó a reír sin más no poder, como le divierte este juego.